Este artículo será publicado en el número 57 de la revista El Muso (diciembre 2017).
En el último número de nuestra
revista, allá por el mes de junio, planteaba la siguiente pregunta: ¿Habrá
musas en la Amazonía? Ahora meses después y ya en el siguiente número, nos
encontramos con “Las Musas a un paso de la Amazonía”.
Pues sí, lo que durante el curso
pasado empezó siendo un sueño hecho proyecto, presentado con éxito en la
Concejalía del Distrito, en la Consejería de Educación, y en la Embajada de
Ecuador, empieza a convertirse en este curso en un sueño con visos de realidad.
“Las Musas a un paso de la
Amazonía” es un proyecto que pretende introducir a nuestro alumnado en la
realidad de un país diverso como pocos, el Ecuador: diverso en su geografía
(desde volcanes andinos nevados a la selva amazónica), diverso en su fauna y
flora, y diverso en su población (mestizos, blancos, afros y más de diez
nacionalidades indígenas).
Queremos que sea una experiencia
que marque un “antes” y un “después” en la vida de nuestras estudiantes[1],
sirviendo no sólo para ampliar sus conocimientos académicos sino también como
un instrumento valioso para la sensibilización sobre el medio ambiente, sobre
la diversidad cultural y sobre valores que nuestra sociedad poco a poco ha ido
perdiendo y que entendemos deben ser recuperados. Además, siendo un proyecto
que nos acerca a la población ecuatoriana, tiene también como uno de sus
objetivos mejorar el conocimiento y la convivencia con esta comunidad que, a
día de hoy, forma parte de nuestros barrios.
Lo desarrollaremos a lo largo del
presente curso escolar, y ya ha comenzado con diferentes encuentros con alumnos,
madres y padres.
Inicialmente, y siempre
trabajando de manera cooperativa, nos aproximaremos a la realidad del Ecuador
investigando sobre su historia, geografía (física y humana), naturaleza, etc.
En esta fase también trabajaremos la cohesión del grupo no sólo para alcanzar
los conocimientos teóricos necesarios, sino también para la obtención previa de
fondos y la difusión posterior de la experiencia. Una vez concluida esta
primera etapa, podremos disfrutar y aprovechar al máximo la segunda, que
consistirá en un viaje a tierras ecuatorianas.
Volcán Cotopaxi 5.897 m
En este viaje al Ecuador, habrá
musas que consigan fotografiarse con un pie en el hemisferio norte y otro en el
sur, situándose en plena mitad de nuestro mundo; habrá musos que paseen por el
centro histórico del lindo Quito (Patrimonio de la Humanidad), que caminen sus
calles coloniales llenas de color, cultura y mestizaje; musas que recorran en
barca el cráter inundado de un volcán a más de 3000 metros donde las burbujas
nos muestran la vida interior de nuestro planeta; musos que descubran que el
enorme mural del Aeropuerto madrileño de Barajas es del pintor indígena ecuatoriano
Oswaldo Guayasamín, descubriendo así mismo su escalofriante Capilla del Hombre
en la capital sudamericana; habrá musas que se sumerjan en el mercado indígena
más antiguo de Latinoamérica y musos que traigan las chalinas, chompas y mantas
más “calientitas” de los corazones andinos; incluso, musos y musas que
observarán la cumbre nevada más alejada del centro de la Tierra o más cercana
al Sol, el Chimborazo. También tendremos la suerte de que haya musas que naveguen
el afluente del rio Amazonas (rio Napo) bajo el vuelo atento de un tucán; musos
que caminen a través de la farmacia natural más grande del mundo; musas que
escuchen a mujeres como ellas relatar cómo es su vida en comunidad; musos que
descubran la cultura ancestral de los kichwas y los waoranis; musas que se den
su primer baño en las aguas amazónicas del
Napo; y musas y musos que, gracias a sus conocimientos de inglés,
intercambien esta lengua por el kichwa con los estudiantes del lugar. Los musos
tendrán que cuidar de su comida para que no sea robada por los monos capuchinos
que pueblan nuestro alrededor; habrá musas que bajo sus mosquiteras, duerman
con la mejor música posible, el sonido nocturno de la selva, y musos que
disfrutarán de la gastronomía amazónica y de las historias y sueños de nuestras
sinchi warmi (mujeres fuertes) que volverán en nuestros equipajes a Madrid con
cada uno de nosotros, para permanecer siempre a nuestro lado.
En estas fotos se puede ver la que será nuestra casa y nuestro transporte en tierras amazónicas
Convivencia
Aunque parezca difícil de creer,
es verdad, habrá musas y musos especiales que tendrán la suerte, la valentía y
la oportunidad de participar en una de las aventuras más maravillosa que desde
un centro PÚBLICO se haya ofrecido hasta ahora. Y deseamos que desde su
experiencia y su aprendizaje sean una semilla que germine y convierta este
proyecto amazónico en una realidad año tras año, para seguir poniendo granitos
de arena en la construcción de una sociedad mejor para todas y todos.
Las Musas está a un paso menos de
llegar a la Amazonía.
Os espero
[1]
Siguiendo una iniciativa cada vez más extendida, y con la intención de
evidenciar el problema de género existente, así como intentando usar un
lenguaje más inclusivo, en este artículo se usarán los plurales unas veces en
masculino y otras en femenino.